El papel en blanco y yo buscando algo que escribir, pero nada se me venia a la mente pues estaba ocupada con tu nombre, pensando que eras real.
La felicidad me envolvía, pensé que eras de mentira, pensé que era un sueño lo que vivía. Pero desperté y todavía seguías hay mirándome con tus ardientes ojos, mirándome como si yo fuera tu gran tesoro, tu para mi eras mucho mas que eso pues nunca tuve nada de valor hasta que te conocí.
Pero mi gran felicidad se vino abajo en cuanto me dejaste, te fuiste y solo me dijiste adiós.
Quizás haya sido yo la culpable, quizás no, lo único que se que ni el mismísimo Dios podría obligarme a dejar de amarte, ¿Qué pensaste que con tu adiós iba a olvidar todo? ¿Qué iba a olvidar la felicidad que me envolvía cuando me despertaba y te veía?
Te equivocaste.
Mi corazón se derrumbo con tu marcha, yo entera desaparecí para sumergirme en un agujero eterno, un agujero sin salida, al menos hasta que tu regreses.
Si algún día tus te quiero fueron reales, si tus besos de verdad me los dabas con el corazón, vuelve y dime que todo fue un error, dime que amas como siempre los vas hacer y as que mi corazón vuelva a recuperarse, pues tu eres la única medicina que lo puede recuperar.
Vuelve, por favor.
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