En una noche como cualquier otra, mirando al cielo, una preciosa y brillante luz se paro delante de mí y con una sonrisa adorable y deslumbrante me informo.
-Hola, soy tu estrella fugaz, y te informo que tienes un deseo para que te conceda-
-Quiero que el me quiera-
La estrella fugaz cambio de rostro y sustituyo soy sonrisa por una cara triste y me dijo.
-Lo siento, el nunca te querrá, tan solo como amiga-
La estrella apenada de despidió y como un cohete ella siguió su rumbo.
Aun sigo recordando que esa estrella tenia toda la razón, por que tu vida nunca se unió a la mía, por que tus besos nunca los probé, por que tus manos nunca secaron las lagrimas que derramaba por no tenerte. Y hoy el día que dejo este mundo te sigo teniendo en mi corazón como el primer día. Después de una larga y solitaria vida, en mi lecho de muerte te digo, que mi amor será aun tan fuerte que sobrevivirá a la muerte
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jueves, 23 de abril de 2009
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