Quizás la vida no es ese cuento de hadas que nos contaban de pequeñas, quizás la vida sea sobrevivir a las pesadillas, sobrevivir a las mentiras, a los desengaños, a los desprecios, y no ser aquellas princesas del cuento de hadas. Nunca nos despertara el beso de un príncipe, nunca ningún hombre removerá cielo y tierra buscando como única prueba de su existencia un zapato de la mujer amada. Seamos realista la vida en relación a los cuentos de hadas, no se asemejan en nada.
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