La vida, esa carretera sin destino, sin señales, sin avisos previos a lo que va a suceder, solo hay un acompañante te para todo el camino un pequeño reloj de arena. En todos los parajes te avisara que te queda poco tiempo, que tienes que disfrutar... .
Pero cuando casi no se alcanzan a ver ni las vías, y solo llueve, aparecen esas personas, por las cual es mas fácil el camino, unas se quedaran para toda la vida, otras vendrá de paso, pero por ellas sera por las que veremos un poco de alegría en el pequeño camino de la vida, por quienes brindemos por esa amistad, o por ese amor incondicional. Muchos accidentéis tendremos, miles de veces chocaremos, y pensaremos que no tenemos fuerzas para seguir conduciendo. Pero ellos aparecerán, te levantaran y te harán sonreír.
Solo por esas personas vale la pena, enfrentarse a esta carretera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario